01 Sep No al estrés post-vacacional
Los medios de información nos debilitan a todos con propuestas medicalizadoras e información patologizante, incluso en los “espacios informativos”. El término “estrés post-vacacional” tan nombrado en estos días por la radio y la televisión nos paraliza. No niego que estar de vacaciones en la montaña o en la playa es más relajante que volver a las grandes ciudades. Pero, enfermar toda nuestra vida, eso sí es grave. Cuando era niña, irse de vacaciones era un placer y volver también lo era.
Podríamos preguntarnos: ¿por qué existe el estrés?: Nuestro cerebro terminó de formarse evolutivamente hace 160 mil años en la sabana africana. Y ese mismo cerebro es el que poseemos hoy. En aquél lugar el estrés tenía una función esencial, la de preparar a nuestro cuerpo para huir o atacar ante situaciones de peligro, o sea de preservar nuestra supervivencia. Estas situaciones eran de corta duración: nos corre el león, huimos o atacamos. Y luego el cuerpo volvía a una situación de normalidad. Hoy, dejamos la sabana, y nos fuimos a grandes ciudades enfrentándonos cada día y a cada momento con carreteras, presiones en el trabajo, con la vida familiar, problemas económicos, crisis, niños, colegios, etc. Y nuestro cuerpo activa constantemente todos los mecanismos que desencadenan el estrés una y otra vez.
Más que verlo como un problema post-vacacional, podríamos mirar si no estamos estresados por el modo de vida y qué hacer para reducirlo.
El estrés afecta y reduce nuestra calidad de vida de varias formas:
- Reduce y altera el descanso.
- Nos hace elegir comidas que entorpecen o dificultan la digestión.
- Provoca enfermedades, algunas graves.
- Afecta nuestras relaciones con los demás.
- Reduce nuestra creatividad, autoestima y confianza en nosotros mismos.
Como hemos visto, el estrés puede poner en peligro nuestra salud y nuestro sistema nervioso. La ansiedad puede llevarnos a abordar de forma compulsiva, o eligiendo situaciones que desequilibran nuestra vida.
Algunos consejos útiles que te harán bajar el estrés, según el Doctor Carlos Logatt Grabner:
- Bajar el ritmo respiratorio, en situaciones de estrés, la respiración se vuelve más alta y rápida.
- Escuchar música que lleve a estados emocionales placenteros.
- Hacer ejercicio físico.
- Realizar actividades creativas.
- Dedicar tiempo a charlas con amigos.
- Masajes y caricias generan estados de relajación.
- En algunos momentos del día, levantarse de la silla y hacer movimientos para disminuir la tensión acumulada.
- Ver la foto de un ser querido.
- Estar en ambientes que nos contacten con luz natural.
- Sentirnos bien con nosotros mismos. Un modo de poder construir esta sensación es realizar una anotación todos los días con tres cosas positivas que hayamos realizado durante la jornada. Luego ampliarla cada día y leerla varias veces en el día o cuando necesitamos darnos una inyección de ánimo.
- Hacer las anotaciones anteriores en momento de estrés también ayuda a llevar la atención a estímulos placenteros.
- Estar atentos cada día para generar espacios en donde la cordialidad sea una regla a cumplir.
Estela Freytes Alonso
Terapeuta Craneosacral
Neurosicoeducadora.
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