Un bebé es completamente consciente en el momento del nacimiento.
Michael J. Shea, Ph.D., en uno de sus artículos sobre biodinámica craneosacral pediátrica, además expuso que:
«En cada fase del desarrollo, ya bien si es un embrión, un feto, un recién nacido, un niño, etc. es un ser humano entero y completo. Incluso el recién concebido es consciente y capaz de experimentar dolor y placer.
El estudio de embriología nos enseña este principio: la integridad es nuestro derecho de concepción. Aún así, por el camino el embrión humano experimenta tensión y trauma. Dentro de estas fases de desarrollo existen numerosas diferenciaciones específicas que ocurren y que nos dan nuestra singularidad individual y personalidad. Sin embargo, cuando experimentamos tensión, trauma o shock (conmoción) en cualquier fase de la vida, pero sobre todo durante el período pre y peri-natal, allí pueden existir consecuencias devastadoras para nuestra salud a lo largo de nuestra vida.»
Siempre se debería consultar a un terapeuta craneosacral cuando el bebé se presenta en las siguientes condiciones:
Contracciones falsas (varios días) antes del trabajo real de parto
Ruptura prematura de la bolsa o perforación de la membrana
Inducción o aceleración del parto por medicamentos
Presentación del bebé diferente a la de cabeza-abajo
Parto muy prolongado (más de 18 horas) o muy rápido (menos de 3 horas)
Anestesia epidural Fórceps o extracción por vacío
Cordón enrollado uno o más veces
Ralentización severa del corazón del bebé
Periodo de inercia uterina: contracciones detenidas o ralentizadas
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