12 Dic Terapia Craneosacral y el Trastorno de Déficit de Atención
(TDAH) también llamada Hiperactividad.
No todos los niños que parecen hiperactivos lo son. Según una estadística, el 6% de los niños españoles lo padece y es en los varones más frecuente este trastorno. No se considera una enfermedad. Los niños hiperactivos son sanos.
Hay quienes opinan, que la raíz del problema se encuentra en una disfunción de los neurotransmisores (dopamina y noradrenalina) que les hace percibir muchos estímulos a la vez sin que puedan concentrarse.
Pueden existir varios factores que originan el TDAH como, prenatales y neonatales, madres que hayan fumado, bebido alcohol, consumido drogas durante el embarazo, bebés prematuros, con bajo peso al nacer (menos de 1500 gramos), niños que hayan sufrido infecciones de recién nacido (sepsis) o daño cerebral.
El ambiente en el que crece también puede acelerar o retrasar el problema en niños de riesgo.
Hoy tenemos factores psicosociales que influyen en la aparición del TDAH.
El diagnóstico suele realizarlo el neurólogo o el psicólogo. No son pruebas objetivas, sino que se basan en un diagnóstico clínico de exploración y observación del niño. Para hacer una diagnóstico de hiperactividad, hay que observar que el niño se comporta como hiperactivo al menos en dos lugares (casa, colegio, parque) y que su conducta se mantiene en el tiempo a medida que cumple años.
La Terapia Craneosacral se utiliza con bastante éxito en el tratamiendo del TDAH. Según la experiencia clínica del doctor Upledger, se sugiere que un número significativo de casos de TDAH pueden ocurrir en la etapa primaria.
Cuando este problema estructural está presente y es corregido, los síntomas del TDAH desaparecen de forma rápida. Y si la corrección estructural es mantenida mediante un tratamiento, los efectos pueden ser permanentes.
El problema estructural que a menudo parece está relacionado con TDAH es uno que puede ocurrir frecuentemente durante el parto obstétrico.
Durante el proceso de parto, la cabeza del bebé va haciendo adaptaciones al canal de parto, con lo que el Sistema Nervioso Central (SNC) puede sufrir compresión o cualquier tipo de restricciones.
También puede hacer una excesiva hiperextensión hacia atrás de la cabeza del bebé y la base occipital del cráneo se comprime con la primera vértebra cervical, el Atlas.
A través de los agujeros yugulares las venas salen del cráneo así como los nervios craneales: Glosofaríngeo, Vago y Espinal. Cuando ocurre una compresión de estos nervios, se ven afectadas las funciones que estos rigen, siendo las más importantes las del nervio Vago, que no solo inerva la cabeza y el cuello, sino que además actúa sobre tórax y abdomen contribuyendo a la formación de los plexos vegetativos que inervan las vísceras.
Es el mayor nervio PARASIMPATICO y por lo tanto el más importante antagonista del SIMPATICO, de ahí la gran importancia que tiene en la HIPERACTIVIDAD.
La Terapia Craneosacral Biodinámica es la elección ideal para resolver los problemas estructurales antes mencionados.
Aunque, lo más común, es que el problema ocurra en el parto, puede también ser el resultado de diferentes tipos de accidentes o traumatismos que «impactan» en la parte posterior de la cabeza contra el cuello.
Afortunadamente, el problema puede ser corregido con el trabajo craneosacral, es comprensible que el tratamiento «ideal» se aplique lo antes posible, pudiendo niños y adultos, beneficiarse de esta terapia a cualquier edad, sin contraindicaciones.
Artículo de divulgación escrito por Estela Freytes
Terapeuta Craneosacral Biodinámica
Especialista en Bebés y Niños.
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